Sao Paulo (AFP). "Ni escotes muy pronunciados ni minifaldas", advirtió a la AFP Joyce Flores, la joven estilista de Joyaly, una de las marcas pioneras de la llamada "moda evangélica", creada por su madre hace una década.
"Antes había esa idea de las faldas larguísimas,
oscuras y feas. Ahora tienen cosas bonitas para comprar, de colores,
pero que cumplen los preceptos de nuestra religión, porque si usted va a
la iglesia a adorar a Dios, no puede ir con un super escote que va a
distraer al pastor", explicó.
En la tienda hay vestidos, faldas y blusas, porque
muchas de estas religiones impiden a las mujeres ir con pantalones a los
cultos.
En el corazón de Sao Paulo, el popular barrio de
Bras hierve. Epicentro de la industria textil brasileña, miles de
personas recorren sus calles llenas de tiendas de confecciones con los
precios más convenientes de la ciudad.
Dentro de la tienda de Joyaly, las dependientas
muestran las prendas a mujeres de todas las edades mientras los
comerciantes compran al por mayor para abastecer las tiendas que han
montado aprovechando este 'boom'.
"La gente quiere vestirse bien", aseguró Elena
Soares, que junto a su hija y su hermano viajaron 2.000 km desde el
interior del país a comprar ropa para ellas y su pequeña tienda 'La
Belle de Jour'.
"Antes vendía la ropa en bolsas yendo de casa en casa. Hace poquito tiempo instalamos nuestra tienda", dice orgullosa a la AFP.
Lucia de Souza se pasea frente al espejo con un
vestido verde, con corte a la cintura, estricto largo sobre la rodilla y
una media manga para no exhibir los brazos. Es una prenda sencilla,
aunque en la tienda hay trajes hasta para fiestas, siempre cumpliendo
las reglas.
"Hace más de diez años que compro ropa acá. Son
cosas bonitas, con mucha variedad y colores, pero evangélicas", comenta a
la AFP mientras continúa mirándose en el espejo.
-- Los evangélicos aumentan, "gracias a Dios".
Cuando Aurea Flores creó Joyaly, fue pionera. Ahora
estas marcas especializadas ya son una treintena, según datos de la
Asociación Brasileña de la Industria Textil y de Confección, que
representa a un poderoso sector que en estos días refleja su empuje en
la reconocida Semana de la Moda de Sao Paulo.
El sector facturó 63.000 millones de dólares en 2011.
Flores comenzó haciendo vestidos para ella misma
hasta que fue tanta la demanda de sus "hermanas" de la iglesia que
decidió confeccionar a escala. Hoy, Joyaly produce 40.000 piezas al mes.
"En los últimos años hemos crecido a tasas del 20%", dice otro de los hijos de Aurea, Alison, que lleva la contabilidad.
Brasil, con 194 millones de habitantes y sexta
economía global, es el país con más católicos en el mundo: 123 millones,
un 64,6% de su población.
Pero el número de católicos disminuye, mientras
aumenta la cantidad de evangélicos que, según el último censo, pasaron
de 15,4% de la población en 2000 (26,2 millones) a 22,2% en 2010 (42,3
millones).
Conservadores, son un grupo que acumula creciente
poder político y económico con programas de televisión, una fuerte
representación en el Congreso y con capacidad de tejer apetecidas
alianzas políticas por la enorme cantidad de personas que moviliza.
En las favelas, las iglesias evangélicas se multiplican y muchas veces basta una pequeña casa para instalar un templo.
Fabrizio Paes es de familia católica. Sus padres
tenían una tienda de ropa en Bras pero ante el ascenso de los
evangélicos y las demandas del mercado, decidieron dar un giro a su
negocio.
"Los evangélicos están creciendo y compran mucho,
gracias a Dios", dijo a la AFP tras los mesones de la tienda Kauly, que
dos veces al año envía a un representante a París a conocer las
tendencias mundiales de la moda para trasladarlas a este mercado.
"Hace seis años decidimos especializarnos
totalmente. Pasó un año de adaptación, donde hicimos una fuerte
inversión", comentó Paes. "Y desde entonces el crecimiento ha sido muy
visible", aseguró. fuente:http://www.lagacetacristiana.org
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